22 enero 2004

Querido diario

Hoy tengo la sensación que las cosas se comienzan a acomodar para bien. Sé que tengo muchas cosas pendientes, cosas personales, laborales, familiares. Pero me siento tranquilo y no estoy preocupado por lo que vaya a pasar. Claro, tampoco estoy en un plan de dejar todo como está y esperar a ver qué pasa. A mis 25 años a veces siento que he perdido mucho tiempo postergando cosas y limitándome en otras. Tiene tiempo que tengo ganas de reir hasta llorar y también de llorar hasta reir. Pero también sé que todos vivimos la vida a diferentes ritmos, diferentes tonos, melodías, tiempos, compases, diferentes canciones, estilos, distintos volúmenes. Querido diario, hoy, como muchos otros días, no supe qué escribirte. Muchas veces te escribo pensando en que alguien más te leerá, y eso me hace cambiar un poco la forma en la que te escribiré. Otras veces en realidad no te estoy escribiendo a tí, si no a alguien más, pero también tengo que omitir ciertos detalles. A veces me olvido de tí e intento escribir algo "interesante" esperando ilusamente generar comentarios. Nunca tuve un diario personal al que le platicara cómo me había ido en el día, qué había hecho, qué había aprendido, a quién había conocído o cómo me sentí o qué pensé durante el día. Tal vez a nadie le interesa, cosa que en realidad no me preocupa, y te escribo para poder recordarme después. Siempre me ha costado algo de trabajo escribir pues busco mucho acomodar las palabras y a veces hilar las frases.

Hoy 22 de Enero comienza el primer día del año 4701 en el calendario Chino. Interesante. Ayer fue Luna Nueva y el próximo 6 de Febrero es el cumpleaños de mi hermana Jessica y ese día será Luna Llena. Como bien sabes, me encantan las lunas llenas. Esta semana tuve la guardia en el trabajo y tengo que llevar conmigo el celular de la guardia a todos lados. Hasta ahorita no me ha ido tan mal y espero que el celular no me despierte de madrugada este fin de semana. Los días se me han pasado rápido ahora que he tenido un poco más de trabajo. Ya no me he hecho de comer y sigo sin vajilla pero pronto tendré una.

El fin de semana pasado fue un fin de semana inolvidable, medio extraño y un tanto alucinante. Algo muy padre fue que por primera vez fui a gringolandia, a McAllen. Ir de shopping puede llegar a convertirse en casi un deporte extremo. A las mujeres les encanta, cosa que aún no comprendo del todo pero intento aprender de sus enseñanzas. He recibido mucho entrenamiento por parte de mi hermana en ese sentido que me han dicho que yo podría tener una certificación de eso. Pero obviamente el ritual de las compras es algo que yo creo fue hecho para las mujeres. Por alguna extraña razón las horas pasan más rápido de lo normal y el cansancio se olvida, las mujeres quieren ver y probarse de todo aunque no se lo vayan a comprar y a veces ni siquiera les quede, pero son felices de verse en el espejo con ropa nueva. Aún no lo comprendo del todo pero me imagino que es como si fuera una droga legal para ellas. Acepto que me está gustando ese rollo de ir de compras pero no estoy del todo enviciado. Mientras tanto, sigo aprendiendo de las expertas.

No hay comentarios.: