El olor del diablo

Hace apenas unos minutos comenzó a oler feo aquí en el trabajo. Una especie de azufre, mezclado con cloro y amoniaco. No sabemos a qué se deba pero algunos bromeamos diciendo que era el olor del diablo. La mayoría nos quedamos un rato aquí trabajando pues el olor no es tan picante como el de una balastra quemada, pero nada más termine esto y me voy para afuera a respirar aire más puro.

Hablando de eso, anoche terminé el libro de Ángeles y Demonios, de Dan Brown. Muy al estilo del Código Da Vinci, como que usó la misma técnica literaria, como por ahí leí un comentario. Tardé 4 días en leerlo, pero el día que más leí fue ayer Domingo, que prácticamente no hice nada más que leer, además de lavar mi ropa sucia en la lavadora/secadora. Me retiro a respirar aire desintoxicado.