¿Y tú, escribías "a máquina"?

Me acuerdo que cuando iba en la secundaria tuve mis primeros contactos con algo que cambiaría mi vida, la máquina de escribir. Para todos aquellos que piensan que siempre han existido las computadoras e Internet, quiero decirles que antes de eso usábamos máquinas de escribir y enciclopedias. Quizás antes ya había tenido contacto con las máquinas de escribir, pero sólo de lejitos porque no había tenido que usarlas, pero no fue sino hasta la secundaria cuando me comenzaron a pedir muchas tareas y trabajos escritos "a máquina".

Por alguna extraña razón me gustaba mucho escribir a máquina, no sé, tal vez el hecho de ver las letras (que ahora conocemos como Courrier New en el Word) plasmadas en papel me daban la sensación que era algo importante, casi como si fuera oficial pues se veía muy formal. Mis primeros escritos o invenciones fueron hechos primero en papel y luego transcritos a máquina. El primero que recuerdo lo titulé "¿Cómo se llama?", pues no se me ocurría ningún título, otro se llamó "Para tí anuL", donde claramente podemos observar mis primeros intentos y fijación por escribir cosas al revés pues "anuL" es "Luna" al revés. También hice otro que se llamaba "El niño sin miedo" y creo que un par de escritos más que ahora no recuerdo. Yo usaba una máquina de escribir marca Olivetti, que por cierto, yo no sabía pero esa marca ya es obsoleta.

También escribí cartas a mis amigos y amigas e incluso las enviaba por un sistema que se llama "correo" (no electrónico), era interesante porque había que comprar un "sobre" para meter la carta, luego pegarle una especie de calcomanía que se llama "timbre postal" que costaba según la distancia del destino, y había una persona que se llama "cartero" que la dejaba en el domicilio del destinatario. Aún se envían cartas de esa manera pero tardan muchísimo más que un e-mail. Para todos esos pubertos que no saben de lo que les hablo, deberían probar algún día enviar cartas hechas a mano o a máquina (si las encuentran) y enviarlas por correo postal.

Quien utilizó máquinas de escribir se recordará que era todo un arte tanto utilizarlas como el aparato en sí. Primero, se recomendaba meter dos hojas de papel bond, no estoy seguro para qué, pero creo que era para no dañar la hoja donde se escribía y el rodillo con el que se giraba la hoja. También había que saber poner bien las hojas de papel carbón para tener una o más copias del mismo documento (nada de Control-C, Control-V para los windoseros ó Control-Insert, Shift-Insert para los "DOS Borland/Turbo C/C++ programers"). Y no olvidemos los famosos papelitos "Korex" para corregir los errores, que consistía en poner el papelito encima de la letra para que al volver a escibirla se pintara de color del papel (blanco) y diera la apariencia de "borrarse" (era como magia). Cuando se acababan los "Korex" había que usar el famosísimo liquid paper, ampliamente usado también para "borrar" cuando te equivocabas al escribir, por cierto, ¿alguien los usa actualmente? la verdad es que de unos años para acá las plumas me duran mucho tiempo y cada vez escribo menos a mano, y si me equivoco simplemente lo rayo y escribo enseguida. Y cómo olvidar que luego se atoraban las letras porque escribías muy rápido o presionabas muchas teclas a la vez y terminabas con los dedos manchados de negro al quitar las palanquitas amontonadas.

Navegando por ahí me topé con un blog donde venía un artículo interesante llamado Adaptando artilugios donde mencionan un proyecto que se ve interesante relacionado con las máquinas de escribir e internet. La idea es que con una máquina de escribir se puedan mandar emails directamente por Internet, quien lo ideó lo hizo pensando en su mamá que decía estar negada a la tecnología, entonces al ponerle algo que sí sabe usar el resultado se vuelve interesante. El proyecto se llama 22 Pop.

Tal vez dentro de algunos años las cosas sean muy distintas en cuanto a la forma de redactar textos y escribir cartas, pero yo podré decirles a mis hijos que usé una máquina de escribir mecánica y recibí/envié cartas de papel escritas a mano que tardaban días en llegar a su destino. Sí, obsoleto, pero al menos veías la letra de quien la escribía.