En la casa anterior teníamos Internet por cable de Intercable, pero como nos cambiamos hicimos el cambio de domicilio. Pues resulta que dijeron que iban a ir en una fecha pero nunca fueron, luego se atravesó semana santa y pues menos. Después seguían sin ir y les hablamos para ver qué pex. Según ellos que ya habían ido pero que no había nadie en la casa y que también en esa zona no hay cableado para el Internet. "¡¿Que no hay qué?!" nos quedamos nosotros, pues se supone que esa es una zona donde todo parece indicar que sí habría. Pero bueno, quesque iban a ver si podían hacer lo posible y que la manga del muerto. Así que resignadamente tuvimos que abandonar la idea de tener Internet (y por consiguiente, televisión) por cable.
Ya en la nueva casa, después de un tiempo de aburrición sin Internet, Sergio y Arturo contrataron el dichoso Internet de Prodigy Infinitum. Yo en un principio les dije que no le entraría porque no me iba a alcanzar mi presupuesto y pues quería ahorrar un poco. Al poco tiempo ellos me hablaron de las bondades de este servicio y digamos que me animé a entrarle con la renta, que es más barata que la otra, y según que la conexión más rápida. En fin, esos argumentos me convencieron.
El Jueves pasado llegué a la casa y me dispuse a hacer el cableado para conectarme a Internet. Hice un hueco en la pared con el taladro y por ahí pasé el cable UTP categoría 5 (vamos, el cable azul típico de red), le puse en un extremo el conector RJ-45 (ok, el que se parece al de los teléfonos pero más grande) y seguí el código estándar de colores de la EIA/TIA-568B (mmm, demasiado tecnicismo, pero bueno, es el orden de los cablecitos). Hecho esto y con la emoción de quien acaba de comprar un juguete nuevo, conecto el cable a mi tarjeta de red USB externa (pues el puerto PCMCIA hace mucho tiempo se echó a perder), y me dispuse a encender la laptop. No prendió.
Pensé que se había puesto accidentalmente el seguro para no se pueda encender/apagar, pero no, estaba todo bien. Pensé, "esto no está pasando, voy a cerrar los ojos y cuando los abra oprimiré el botón de ON y veré cómo enciende la pantalla", lo hice y nada. "¡No puede ser!, si hace menos de una semana la encendí y todo estaba bien...", pensé. Sin embargo, después de varios intentos fallidos nunca logré que prendiera.
Acabo de ir a cotizar en varios lugares en cuánto me saldría repararla y según esto, la falla es el mugre switch o botón de ON/OFF, y cambiárselo sale al menos en mil pesos (la cotización más cara fue de mil ochocientos :S). Sinceramente se me hace mucho dinero por un botón y por lo pronto no lo pienso pagar en estos días. Así que mientras tanto seguiré igual, sin Internet ni TV por cable en la casa. Parece que mi laptop ahora sí ya se quiere jubilar.
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