Hay ciertos temas en los que en lo ÚNICO que estamos de acuerdo es que NADIE está de acuerdo. Tal es el caso de la religión y la política, y no olvidemos otros temas como la ética, las mujeres y ¿por qué no? el fútbol. Libros y libros se han escrito toda la vida al respecto, no, de fútbol no, de los otros temas, y son temas de nunca acabar o de "nunca cavar" como supongo que mucha gente cree que se dice, aunque viéndolo bien suena coherente, pues si se comienza a cavar en esos terrenos nunca se terminará de sacar tierra que nadie querrá que se la echen encima.
Usualmente solemos defender nuestros ideales, lo cual es válido y comprensible. Pero otra cosa es hacer eso con tal ahínco que se puede llegar a los niveles del fanatismo. Y para muestra un botón: basta con tocarles tantito a su equipo de fútbol favorito a un fan para que se arme la trifulca. ¿Y cuál es el fondo de eso? pues que se sintieron ofendidos en su orgullo, gustos, creencias y preferencias y de manera inmediata se dispara una especie de "triger" o se ejecuta un algoritmo o secuencia mental preprogramada para responder al "ataque". Lo mismo pasa si alguien "ofende" a tu religión, partido político o incluso a tu propia mamacita.
Vamos, si analizamos las cosas creo que es cuestión de cambiar algunos paradigmas y esquemas mentales. Digo, no porque alguien te diga algo entonces ya va a ser cierto. Hay que tomar en cuenta que las opiniones de los demás también son válidas en su mundo, tratar de ponerse en sus zapatos por un momento y preguntarse ¿por qué me está diciendo eso?, ¿qué me está queriendo decir?, pues desde su perspectiva, historia personal, circunstancias y momento actual para él (o ella) su verdad es la correcta (SU "veldad"), y así es, y es respetable, aunque en otras ocasiones lo hacen con el mero fin de molestar, pero ahí ya depende de uno si les da el poder de lograr su objetivo o diplomáticamente aplicarles el 9/11 (avionazo). Como decía mi mamá: "de que haya un loco a que hayan dos".
Muchas cosas que vienen explicadas en libros y libros caen en el ámbito del sentido común, pero muchas veces se nos olvida ver las cosas de manera sencilla y reflexionar en cuestiones como: ¿por qué digo lo que digo?, ¿por qué hago lo que hago? o ¿por qué soy así? Hay una frase interesante que recién escuché que dice: "somos lo que somos por lo que hacemos y hacemos lo que hacemos por lo que somos", es como un círculo. Sin embargo, en uno está algo muy importante para seguir siendo así o cambiar, y es la decisión.
También hace poco vi una publicidad que me llamó la atención cuyo slogan dice "Yo Decido", y es para tomar la decisión de reducir de peso, pero creo que aplica para cualquier aspecto de la vida. Aunque claro que muchas veces hay factores que pueden impedir ciertas cosas, pero eso debe ser un motivante para buscar alternativas y finalmente una solución para lograr lo que finalmente venimos aquí: a ser felices.
Órale, ya hasta me sentí como esos motivadores comerciales que abundan como los no tan bien ponderados Miguel Ángel Cornejo o Carlos Cuauhtémoc Sánchez, no, nada que ver. De hecho, yo iba a hablar de la línea directa 01-800-DIOS y terminé hablando de otras cosas. En fin.
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