Lo tienes todo (pero yo no lo quiero)

La historia de toda la vida. ¿Cuántas veces no has estado en esa peculiar situación? y me refiero tanto a sentirlo por alguien como a que lo sientan por tí. La historia de nunca acabar, o como diría alguien por ahí, "la historia de nunca cavar". En fin, tantas y tantas canciones se han hecho al respecto y la primera que se me viene a la mente es la salsita que dice "cuando no te quieren lloras, cuando no te quieren lloras, y si te quieren no sabes querer". Clásicas frases como la de "no eres tú, soy yo" (eres tú, no soy yo), "creo que yo tengo un problema" (sí, se llama "tú"), "ahora no es el momento" (ni nunca lo será), "estoy saliendo de una relación dolorosa" (no vienes al caso), "no me siento preparada(o) para comenzar una nueva relación" (contigo específicamente), "dame tiempo" (a ver si te aburres y agarras la onda), etc, seguramente todos hemos (y nos han) aplicado alguna de esas por el estilo, y la verdad de las cosas es que, según entiendo y parece ser, en el fondo todos buscamos por alguna razón relaciones así, de esas que de entrada sabemos que no van a funcionar, y aún estando conscientes de eso decidimos apostarle hasta de más. Mucha gente, si no es que la mayoría, es adicta a sus emociones. Al sentir "placer" o "bonito" con alguna persona quieren seguir recibiendo esas mismas dosis o más, y es ahí cuando comienza la historia de "nunca cavar". A mí me da mucha risa que todos creemos ser expertos en dar consejos de amor, le hacemos al psicólogo sin ningún problema, pero que no se trate de uno mismo porque entonces ahí la cosa ya es diferente. Comienzan a surgir las justificaciones, flexibilidades y excepciones al por mayor. Dicen que el mejor consejo es el que se da uno mismo, pero somos tan tercos que ni uno mismo se hace caso. Nadie más que uno mismo sabe lo que tiene que hacer, pero siempre le buscamos dar la vuelta. Es como cuando sabes que tienes que hacer una tarea pero te conectas al msn y entras al facebook como no queriendo la cosa, y terminas chateando, subiendo fotos y aventándote los chismes más frescos de tus amigos(as), y al final de cuentas ni hiciste tu tarea y terminas perdiendo el tiempo hasta leyendo blogs. Ya lo dice esa sabia letra interpretada por el príncipe de la canción (José José): "uno mismo se odia, uno mismo se ama", que viene siendo como decir "uno mismo se hace wey" aunque por otro lado también podría ser como decir "uno mismo es quien se aliviana". ¿A poco no? La historia de toda la vida.