¡Ah que puerta tan...!

Ayer domingo me machuqué el dedo índice de la mano derecha cuando "intenté" cerrar la puerta del carro, y digo "intenté" porque en realidad hubo algo que le obstruyó el camino, un dedo inteligente y obstinado. No sé qué me pasó o qué rayos estaba pensando, sigo sin entender, así que mejor le echo la culpa a la puerta. El dedo no me duele tanto, sólo cuando lo golpeo sin querer con algo, incluso lo siento un poco entumido.

Eso no hubiera sucedido si yo no hubiera ido a la vulcanizadora a checarle el aire a las llantas, las cuales se veían aparentemente bajas, entonces cuando me bajé del coche e "intenté" cerrar la puerta para pedir que las checaran sucedió el machucamiento infame. Lo peor del caso es que las mugres llantas tenían incluso aire de más! (32 libras), así que fue un efecto visual engañoso.

Eso fue ayer en la tarde. El dedo se me hinchó un poco y se ve una parte entre verde y morada. Dicen que la uña se me va a caer, ni pex. Hace rato fui con la enfermera del trabajo para preguntarle qué onda, me untó una pomada en el dedo y me puso una gasa, no tanto porque fuera estrictamente necesario, sino para que yo no lo moviera tanto y que los demás tuvieran cuidado de no golpearme accidentalmente, lo cual me parece bien porque ya un par de personas me han saludado dándome un buen apretón de manos y pues sí duele un poco. Creo que se ve más aparatoso de lo que en realidad es, pero más vale así que no hacer nada. También me dieron unas pastillas analgésicas y desinflamatorias para tomar cada 8 horas. ¡Ah que puerta tan...!